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Beneficios del coaching de vida

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¿Cuáles son los beneficios del coaching de vida?

Conversemos puntualmente sobre las cosas que lograrás alcanzar con tu cliente y cómo indagar sobre quiénes son.
En primer lugar, las personas llegan a aprender quiénes son. A veces la gente ejecutiva o dueña de un negocio piensan que pueden hacer cualquier cosa.

Parte del coaching de vida es llevar a tu cliente a un viaje para descubrir en qué son realmente buenos y en qué no son tan buenos en la vida.


Tienen opciones:

Pueden mejorar en ciertas cosas o pueden empezar a enviar ese trabajo a otra persona, o pueden contratar a alguien para que haga ese trabajo por ellos. Pueden empezar a tener a alguien más que haga ese trabajo. Por ejemplo, yo no soy bueno en organizar mi horario, así que tengo a alguien que lo hace por mí. Si tuviera que organizar mi horario podría ser difícil. No es uno de mis puntos fuertes, así que tengo mi asistente que lo hace por mí. 

En los casos en que la gente tiene cierta flexibilidad y permiten que otras personas hagan cosas por ellos, es genial. Si no lo hacen, entonces tú como coach de vida, vas a tener que ser creativo al respecto. 

Es importante que la gente se conozca. Esa parte del viaje que vas a emprender como coach de vida, es hacer que la gente sepa quiénes son. Esto significa e implica muchas cosas, porque no es simplemente decir en qué son buenos, sino también en lo que creen no ser tan buenos. Eso es importante. 

Es importante también saber si quieren realmente hacer lo que están haciendo y si quieren estar donde están. Si no lo es, necesitan empezar un cambio, no empezar ese camino sin primer haber realizado el cambio, porque nunca serán realmente efectivos si no aman lo que hacen. Si tu corazón no está en eso, en esa actividad, si no es algo que realmente disfrutan hacer, entonces no van a ser tan productivos ni tan efectivos en esa área.

Sin embargo, si les encanta hacerlo, si lo aman y son buenos en eso, algo les va a levantar temprano y les va a empujar. Se mantienen despiertos hasta tarde y eso es maravilloso. Tener la capacidad de ayudar a los clientes a entender quiénes son realmente, tiene muchos aspectos diferentes y, a través del coaching de vida, vas a ofrecer ayudarles a entender exactamente quiénes son. Por supuesto, eso requiere que tú también sepas quién eres, porque de vez en cuando el dedo va a girar, te va a señalar y los clientes te van a preguntar: “¿tú quieres que yo sepa quién soy? Y ¿tú sabes quién eres de verdad? ¿Sabes lo que te apasiona? ¿Sabes las cosas que tú quieres en la vida?

También te tienes que asegurar que como coach de vida estás abierto a trabajar contigo mismo y eres capaz de ver dentro de ti mismo. Hacer esos cambios y esas cosas que necesitas para ser más efectivo y tener más pasión en las cosas que estás haciendo. Es importante que el cliente se conozca a sí mismo y que tú también.

Ayudar a los clientes a entender sus emociones

Tendrás clientes que sí van a querer que tú les hable de las emociones, mientras otros serán un poco rígidos en esta categoría. 

La gente en particular, que no le gusta ver sus emociones, son gente bastante rígida. Son personas que no expresan mucho sus emociones y eso está bien. Son personas que les gustan las cosas sólidas, las cosas que no cambian mucho. Esas personas no entienden que las emociones influyen en el panorama general de la vida que están teniendo. Tal vez sus emociones son muy fuertes, pueden ser un poco dictatoriales en la forma en que hacen las cosas, porque las hacen de forma muy emocional.

Por su parte, tendrás un grupo de clientes que van a estar abiertos a escuchar la parte de las emociones y detectan o reconocen que esas emociones impulsan ciertas acciones en su vida.

Pero en general, la gente que no quiere hablar de las emociones son la gente que más necesitan conversar sobre esas emociones. Esos parámetros de las emociones no están fijos en piedra. A veces el cliente puede empezar bastante rígido con la emocionalidad y después se abre un poco más, se hizo un poco más flexible con esa emocionalidad. En consecuencia, es importante que veas y reconozcas cómo el cliente entiende sus emociones, entiendas sus altibajos y es bien importante entender cómo esas emociones afectan la dirección de los objetivos que el cliente está trayendo a la mesa. La emocionalidad puede impulsar o puede frenar al cliente alcanzar su objetivo.

Es interesante como esa emocionalidad participa dentro de ese ciclo, dentro del ciclo “quiero seguir con mi negocio o no quiero hacerlo, me saldré completamente esta inversión o si no vamos a seguir adelante”. Es emocionalidad ese acelerar o frenar el negocio, las relaciones o cualquier otra cosa hacen que esos objetivos se retrasen o se alcance. Las personas, aunque no crean que son emocionales, todos tenemos una influencia. Una influencia que hace que los altibajos emocionales afecten y hagan que tengamos altibajos en los objetivos que queremos alcanzar.

Por lo tanto, vas a estar ayudando un poco en la emocionalidad, sin caer, por supuesto en la parte terapéutica, sin caer en la parte del consejero o el asesor terapéutico. 

Vas a estar allí para hacerles entender, hacerles visualizar cómo esa emocionalidad puede acelerar o frenar los objetivos que quieren alcanzar. Si el cliente llega a entender sus emociones, van también a entender cómo relacionarse con otras personas, porque la emocionalidad afecta mucho también, como ellos hacen felices a otras personas, como pueden ofrecer productos y servicios a otros de forma adecuada, de forma agradable, sin hacer que sus propias emociones hagan que exista un choque con el otro, con la otra persona.

Parte de tu trabajo va a ser eso, reconocer y apoyar al cliente en descubrir y gerenciar sus emociones, tener objetivos claros, el ayudar a la gente a saber lo que quieren lograr, a tener esos objetivos definidos, es un regalo genial. Uno se da cuenta de que la vida funciona más fácilmente, más fluida, cuando tiene objetivos claros, y esto ocurre de forma similar con los clientes y va a ser uno de los beneficios que les vas a traer, el ayudarles a ver lo que quieren lograr.

Saber lo que quieren lograr

Realmente diría que este es uno de los puntos claves de tu negocio como coach de vida. Si les ayudas a saber lo que quieren lograr, entonces eso significa que probablemente tienes algunos números que vas a medir y que vas a alcanzar. Las cosas se vuelven más sencillas cuando el cliente te dice que quiere hacer más ejercicios, que quiere hacer tantos números de impresiones o de cosas por semana. Te das cuenta de cuánto va a ser el cambio, ese aumento y cómo el cambio dentro de la actividad del coaching de vida va a impactar al cliente.

¿Cuánto quieres tener disponible? ¿cuándo quieres tener listo para esta producción? ¿cuándo lo quieres tener? ¿quieres que se produzca inmediatamente en esta semana o quieres que se produzcan dos o tres meses? También tienes que tener un calendario para esas cosas que quieres alcanzar. Tienes que tener muy claro el concepto del aumento, la cantidad que quieras incrementar y también para qué fecha quieres ampliar esa producción. La relación entre lo que quieres alcanzar, la fecha y los recursos que vas a invertir para alcanzar eso, es muy importante.

Y una vez que entiendes esas cosas, tienes mucha ventaja al saber lo que el cliente quiere lograr. Vas a tener a tu cliente conectado con esa información y se dará cuenta de tu influencia dentro de todos los logros que está teniendo. Cuando cuantifica todo, cuando ayudas a saber al cliente lo que quiere ganar, puedes lograr tener una relación muy estable con el cliente. 

A veces, cuando trabajas con muchos clientes, éstos no van a saber, no van a tener ni una pista, ni una idea de lo que quieren alcanzar. Pueden tener una idea bastante aproximada y van a expresar: “a mi me gustaría ser más exitoso”. Pero, ¿qué significa eso? Tienes que ayudarles a pulir, a perfeccionar esa idea, y esa idea va a ser parte de tu trabajo, esa idea que está flotando por ahí en su cabeza. 

Como coach tienes que ayudar a plasmar más claramente esa idea, ir trayendo ese sueño a la tierra y empezar a hacerlo real. Para hacer esto, a veces vas a necesitar buscar internamente en la persona, porque por lo general, el cliente piensa o cree saber lo que quieren, pero cuando lo contrastas con algunas cosas internas, puede cambiar de opinión y eso se descubre en conversaciones con el cliente.

Cuando trabajas como coach de vida, vas a tener que comunicarte mucho con el cliente para volverte más consciente y volver al cliente más consciente de lo que está pasando, de lo que quieren alcanzar. Parte de tu trabajo va a hacer eso, ayudarle a entender qué es lo que quieren lograr y plasmar eso en blanco y negro. Plasmar eso de manera sólida. Son uno de los beneficios que traes como concebida.

La voluntad de cambiar.

Cuando la gente tiene un coach de vida, por lo general ya tienen alguna voluntad de cambio. Pero vas a tener que hacer que esto sea aún mayor para tu cliente. Vas a imprimir más voluntad de cambio para ese cliente y poder trabajar con él. Dentro de esta área, hay mucho espacio de crecimiento. Si las personas tuvieran una completa voluntad de cambio, ya lo habrían hecho. Ya habrían mirado a su alrededor, habrían visto que Luis o Andrés son más exitosos y simplemente hubieran dicho “yo quiero estar allí” y ya lo habrían hecho, ya habrían cambiado, ya habrían copiado lo que esas personas están haciendo.

Por lo general el cliente tiene la voluntad de cambiar, pero no está al 100 por ciento y necesita ayuda para acercarse mucho más a ese 100 por ciento. Eso va a ser un pequeño desafío: el ayudar a aumentar su voluntad de cambio porque no siempre están dispuestos a cambiar en la medida que lo necesitas. Tienes que asegurarte que la mente del cliente esté abierta para estar realmente dispuestos al cambio. Esto no siempre va a ser el caso.

Y no quiero que te quedes atrapado en una situación en la que estás luchando con ellos directamente. Siempre tiene que haber una negociación. Si alguna vez te encuentras peleando con un cliente, siempre vas a perder y probablemente puedas perder tu trabajo. Así que cuando te digo esto, tienes que impulsar al cliente, no puedes desobedecer ciertas reglas de respetar hasta dónde vas a empujar al cliente. No debes pelear con el cliente. Es una de las reglas y, aunque tengas razón, la idea no es que seas un desempleado con razón. No es la idea del proceso.

Si llega un punto en el que sientes que el cliente está muy terco y no quieren seguir un camino, en este caso el de tener una actitud, una voluntad 100 por ciento, el cambio entonces no se lucha, especialmente en hipnosis, no se lucha con el consciente, se negocia con el inconsciente. Por lo tanto, es mejor negociar con el cliente y ver cómo ese cliente puede tener una disposición más fuerte al cambio. 

Si alguna vez llegas a ese punto en el que te sientes que los clientes son realmente tercos y no te están escuchando, entonces tómate un momento para dar un paso atrás, tomarte un respiro, irte por otro lado, donde el cliente está más de acuerdo a impulsar esa energía o impulsar esa disposición al cambio.

Necesitas simplemente reposicionar lo que estás trayendo a la mesa y lo enfocas hacia otra dirección. Muchas veces te vas a dar cuenta que tienes que servir en un plato bonito, un poco de fruta, con un poco de torta y dulces, para que el cliente se anime a ser la parte del trabajo, lo que tiene que hacer; en particular esa parte de la voluntad del cambio, el cliente tiene que poner mucho de su parte.

La autoconciencia

El tener conciencia de sí mismo es uno de los regalos del proceso del coach de vida y no le vas a mencionar esto en forma de crítica. La autoconciencia no se trata de y decirle “mira, esto está mal, esto está mal, está mal”. Eso no funciona. Esa forma de crítica, el cliente puede tener una resistencia y puede cerrarse.

Es importante que el cliente se dé cuenta que las cosas se pueden hacer de forma diferente y que, en algunos casos, en algunas áreas, otras personas ya lo han hecho y lo han hecho realmente bien. Es importante ver o ayudar al cliente a tener un poco de autoconciencia de lo que está pasando, y no sólo del cliente de forma personal, sino de una forma general, de una forma en que el cliente observe que está sucediendo en la situación X o Y. El cliente necesita darse cuenta de algunos factores para poder generar el cambio.

A partir del momento en que la gente se da cuenta de sí misma y obtiene ciertas características, ciertas distinciones de su forma de tomar decisiones, de su forma de entender la emocionalidad, empieza a hacer un montón de cambios por su propia cuenta. No necesitas estar allí todo el tiempo y eso lo necesitas saber. Se trata de empoderar al cliente y de que el cliente fluya a través del conocimiento que está captando de sí mismo.

No es una situación de paralizarlo porque a veces la crítica paraliza. No es una situación que deberías forzar en el cliente. Siempre tienes que crear una situación en la que el cliente se conozca a sí mismo. Y como ya lo hemos hablado, no es que vas a perder el trabajo porque el cliente sea más independiente. No tienes que crear artificialmente más razones para estar con el cliente. Es mejor que esa persona crezca y reconozca su potencial. Al crecer, al tener esta conciencia, vas a ver cómo ir dejando al cliente, te haces un favor a ti. Tu cliente sabrá que ya puede hacer las cosas solo. Es un gran beneficio para ti, para el cliente y para tu reputación. El ayudarles con la autoconciencia, ayudarles a desarrollar esas habilidades que le van a permitir ver lo que tú ves. 


Muchas veces nosotros como coach de vida, llegamos viendo cosas que el cliente no ve. Eso es parte de nuestro trabajo. Al hacer que el cliente lo vea y tome las riendas de esas situaciones, se vuelve independiente y puede ver las cosas con nuevos ojos, con un enfoque iluminado. Ese es parte de tu trabajo y eso hace que ellos ganen conocimiento, autoconocimiento. Mostrarles esa situación, mostrarles de forma sutil y educada lo que está pasando, hace que el cliente cambie. Hacerle preguntas muy sencillas. 

¿Has pensado alguna vez hacer esto o aquello de forma diferente? El cliente normalmente no lo ha hecho y se da cuenta de que ese cambio puede ayudarlos, paso a paso. Esos pequeños cambios van a hacer que el cliente tome una conciencia distinta de su condición y allí los ayudas a hacer un cambio como coach de vida.

Estar conectados con la gente que los rodea.

Hay que estar en sintonía con la gente que nos rodea. Es muy importante y eso es uno de los beneficios del coach de vida. 

La gente que trabaja con un coach de vida se pone en sintonía con toda la gente que lo rodea, normalmente a través de la autoconciencia y la voluntad de cambiar, sabiendo qué es lo que quieren conseguir, comprendiendo sus emociones. Sabiendo quienes son todas estas cosas, hacen que el cliente tenga mejores relaciones personales. 

Parte de lo que harás como coach de vida, es poner en sintonía al cliente con la gente que les rodea, mostrarles cómo sus interacciones les ayuda o les perjudica. Cuando sus interacciones les ayudan, por supuesto son beneficiosas y deben continuar haciendo esas cosas. Cuando sus interacciones lo están lastimando, ellos necesitan tener un cambio. Esas interacciones tienen que ver con otras personas y el cliente a través de las conversaciones contigo, se va a dar cuenta de eso, de esos detalles, de esas relaciones.

La mayoría de los negocios tienen que ver con otras personas y aunque ciertos negocios están basados en Internet, siempre hay una conexión, que es lo que hace el otro individuo. Incluso en los negocios que son en internet, que son distantes, la gente tiene que tratar con otras personas, aunque sea online y a través de correos electrónicos. Muchas veces parecen muy distantes y poco personal. Uno tiene que identificar la forma en que se relaciona con los demás. Siempre va a haber otra persona al otro extremo de un correo electrónico y esas personas representan el negocio o el contacto con el cual hay que contactar, con el que hay que negociar. 

El coaching de vida tiene que ver con eso, con ayudar al cliente a estar en mejor sintonía con la gente, que se relaciona con la gente que los rodea. Esto se puede traducir en mejores relaciones con la familia, los amigos, con sus empleados o compañeros de trabajo, con las personas que están tal vez arriba de ellos, sus jefes o gente de negocios con los que dependan.

Esto se puede traducir en diferentes áreas y puede añadir una cantidad de beneficios al cliente, porque el estar en sintonía con la gente que te rodea es uno de los mayores beneficios del coaching de vida y una de las cosas que el cliente va a estar esperando que tú aportes. 

Vas a encontrar muchas formas nuevas y creativas de ayudar a la gente a llevarse bien con los demás, para simpatizar y empatizar con esas personas que los rodean. Por lo general, la gente de negocios piensa que son una isla, que son hombres o mujeres independientes, que todo lo pueden hacer y que ellos luchan solos. Tienen una actitud muy individualista. Son individuos fuertes y a veces esta actitud puede aportar un poco, pero puede ser un obstáculo para ellos. Eso es parte de tu trabajo, descubrir que hace sus relaciones personales. 

La capacidad de fijar y alcanzar metas

El corazón, la línea principal del coaching son los objetivos. Son las metas y la capacidad de fijar, alcanzar metas. Es muy importante para el cliente darse cuenta que es capaz de hacerlo por sí mismo. Es algo que van a aprender a hacer. Parte de tu trabajo es entrenarlos a establecer y alcanzar objetivos.

Y claro, le sostiene la mano al principio. Así como cuando éramos pequeños, nos enseñaron, nos alimentaron, nos abrieron el frasco de comida, etc. Eso lo hacían por nosotros. Tenían que bañarnos todos los días, etc. Más adelante empezamos a aprender, por nosotros mismos, que tenemos que empezar a caminar solos, alimentarnos solos. Sabemos que eso tomó tiempo y que se necesita cierta motivación, que alguien nos aplauda. “Oh, muy buen trabajo, caminaste, etc.”

Obviamente, no lo vas a hacer en ese sentido con tus clientes, así como un bebé chiquito. Pero si vas a estar allí para animarles a dar esos pasos de bebé, a aprender a comer, a caminar, aprender a cuidarse. Vas a darte cuenta cómo hacer estas cosas con el cliente y cómo el cliente va a ir madurando para hacerlo solo. Cuando le enseñas a la gente de los negocios cómo hacer las cosas y hacerlas bien, la gente aprenderá muy rápido y apreciará esto enormemente.

Una vez que lo hacen, tienen la capacidad de establecer y alcanzar objetivos. Eso te saca de la ecuación. Quiero que siempre trabajes para eso, para llegar a ese objetivo. Quiero que siempre trabajes para sacarte a ti mismo de la ecuación. Quiero que pienses en esos términos: ¿Cómo puedo hacer mi trabajo para hacer mi trabajo obsoleto? Puede sonar contradictorio, pero confía en mí cuando digo que, si piensas de esa manera, vas a mantener tu trabajo, porque siempre va a llegar alguien más.

La idea es que siempre estés pensando: ¿cómo puedo darle poder a mi cliente? ¿Cómo puedo hacerlos más independientes? ¿Cómo puedo darle autoconciencia? ¿Cómo puedo enseñarles para que no me necesiten? Si siempre estás en esa mentalidad de dar, potenciar, empoderar, ellos te van a necesitar más y más porque van a necesitar esa energía. El cliente va a necesitar a esa persona que es tan generosa, dispuesta a dar poder, a dar energía y tal vez no vas a estar en la posición en la que estuviste por un tiempo, pero te van a poner en diferentes posiciones con otros amigos, en sus empresas, en otras cosas. Tus clientes van a ir creciendo y se van a dar cuenta en muchos momentos de su vida que, te van a necesitar. Vas a poder trabajar con diferentes personas y vas a escribir la historia de ellos con ellos.

Tus clientes se van a dar cuenta que eres una persona que está ahí para darles. Lo más que pueden darte es eso: referencias que te puedan conectar con otras personas que necesitan ese poder, ese empoderamiento, ese aprendizaje que tú le estás ayudando a alcanzar al establecer esas metas, a lograr esos objetivos.


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Ignacio Segovia

Psicólogo, Coach, Hipnotista, Escritor y Orador

Enfoca la Atención en la Intención

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Conversemos puntualmente sobre las cosas que lograrás alcanzar con tu cliente y cómo indagar sobre quiénes son.
En primer lugar, las personas llegan a aprender quiénes son. A veces la gente ejecutiva o dueña de un negocio piensan que pueden hacer cualquier cosa.

Parte del coaching de vida es llevar a tu cliente a un viaje para descubrir en qué son realmente buenos y en qué no son tan buenos en la vida.


Tienen opciones:

Pueden mejorar en ciertas cosas o pueden empezar a enviar ese trabajo a otra persona, o pueden contratar a alguien para que haga ese trabajo por ellos. Pueden empezar a tener a alguien más que haga ese trabajo. Por ejemplo, yo no soy bueno en organizar mi horario, así que tengo a alguien que lo hace por mí. Si tuviera que organizar mi horario podría ser difícil. No es uno de mis puntos fuertes, así que tengo mi asistente que lo hace por mí. 

En los casos en que la gente tiene cierta flexibilidad y permiten que otras personas hagan cosas por ellos, es genial. Si no lo hacen, entonces tú como coach de vida, vas a tener que ser creativo al respecto. 

Es importante que la gente se conozca. Esa parte del viaje que vas a emprender como coach de vida, es hacer que la gente sepa quiénes son. Esto significa e implica muchas cosas, porque no es simplemente decir en qué son buenos, sino también en lo que creen no ser tan buenos. Eso es importante. 

Es importante también saber si quieren realmente hacer lo que están haciendo y si quieren estar donde están. Si no lo es, necesitan empezar un cambio, no empezar ese camino sin primer haber realizado el cambio, porque nunca serán realmente efectivos si no aman lo que hacen. Si tu corazón no está en eso, en esa actividad, si no es algo que realmente disfrutan hacer, entonces no van a ser tan productivos ni tan efectivos en esa área.

Sin embargo, si les encanta hacerlo, si lo aman y son buenos en eso, algo les va a levantar temprano y les va a empujar. Se mantienen despiertos hasta tarde y eso es maravilloso. Tener la capacidad de ayudar a los clientes a entender quiénes son realmente, tiene muchos aspectos diferentes y, a través del coaching de vida, vas a ofrecer ayudarles a entender exactamente quiénes son. Por supuesto, eso requiere que tú también sepas quién eres, porque de vez en cuando el dedo va a girar, te va a señalar y los clientes te van a preguntar: “¿tú quieres que yo sepa quién soy? Y ¿tú sabes quién eres de verdad? ¿Sabes lo que te apasiona? ¿Sabes las cosas que tú quieres en la vida?

También te tienes que asegurar que como coach de vida estás abierto a trabajar contigo mismo y eres capaz de ver dentro de ti mismo. Hacer esos cambios y esas cosas que necesitas para ser más efectivo y tener más pasión en las cosas que estás haciendo. Es importante que el cliente se conozca a sí mismo y que tú también.

Ayudar a los clientes a entender sus emociones

Tendrás clientes que sí van a querer que tú les hable de las emociones, mientras otros serán un poco rígidos en esta categoría. 

La gente en particular, que no le gusta ver sus emociones, son gente bastante rígida. Son personas que no expresan mucho sus emociones y eso está bien. Son personas que les gustan las cosas sólidas, las cosas que no cambian mucho. Esas personas no entienden que las emociones influyen en el panorama general de la vida que están teniendo. Tal vez sus emociones son muy fuertes, pueden ser un poco dictatoriales en la forma en que hacen las cosas, porque las hacen de forma muy emocional.

Por su parte, tendrás un grupo de clientes que van a estar abiertos a escuchar la parte de las emociones y detectan o reconocen que esas emociones impulsan ciertas acciones en su vida.

Pero en general, la gente que no quiere hablar de las emociones son la gente que más necesitan conversar sobre esas emociones. Esos parámetros de las emociones no están fijos en piedra. A veces el cliente puede empezar bastante rígido con la emocionalidad y después se abre un poco más, se hizo un poco más flexible con esa emocionalidad. En consecuencia, es importante que veas y reconozcas cómo el cliente entiende sus emociones, entiendas sus altibajos y es bien importante entender cómo esas emociones afectan la dirección de los objetivos que el cliente está trayendo a la mesa. La emocionalidad puede impulsar o puede frenar al cliente alcanzar su objetivo.

Es interesante como esa emocionalidad participa dentro de ese ciclo, dentro del ciclo “quiero seguir con mi negocio o no quiero hacerlo, me saldré completamente esta inversión o si no vamos a seguir adelante”. Es emocionalidad ese acelerar o frenar el negocio, las relaciones o cualquier otra cosa hacen que esos objetivos se retrasen o se alcance. Las personas, aunque no crean que son emocionales, todos tenemos una influencia. Una influencia que hace que los altibajos emocionales afecten y hagan que tengamos altibajos en los objetivos que queremos alcanzar.

Por lo tanto, vas a estar ayudando un poco en la emocionalidad, sin caer, por supuesto en la parte terapéutica, sin caer en la parte del consejero o el asesor terapéutico. 

Vas a estar allí para hacerles entender, hacerles visualizar cómo esa emocionalidad puede acelerar o frenar los objetivos que quieren alcanzar. Si el cliente llega a entender sus emociones, van también a entender cómo relacionarse con otras personas, porque la emocionalidad afecta mucho también, como ellos hacen felices a otras personas, como pueden ofrecer productos y servicios a otros de forma adecuada, de forma agradable, sin hacer que sus propias emociones hagan que exista un choque con el otro, con la otra persona.

Parte de tu trabajo va a ser eso, reconocer y apoyar al cliente en descubrir y gerenciar sus emociones, tener objetivos claros, el ayudar a la gente a saber lo que quieren lograr, a tener esos objetivos definidos, es un regalo genial. Uno se da cuenta de que la vida funciona más fácilmente, más fluida, cuando tiene objetivos claros, y esto ocurre de forma similar con los clientes y va a ser uno de los beneficios que les vas a traer, el ayudarles a ver lo que quieren lograr.

Saber lo que quieren lograr

Realmente diría que este es uno de los puntos claves de tu negocio como coach de vida. Si les ayudas a saber lo que quieren lograr, entonces eso significa que probablemente tienes algunos números que vas a medir y que vas a alcanzar. Las cosas se vuelven más sencillas cuando el cliente te dice que quiere hacer más ejercicios, que quiere hacer tantos números de impresiones o de cosas por semana. Te das cuenta de cuánto va a ser el cambio, ese aumento y cómo el cambio dentro de la actividad del coaching de vida va a impactar al cliente.

¿Cuánto quieres tener disponible? ¿cuándo quieres tener listo para esta producción? ¿cuándo lo quieres tener? ¿quieres que se produzca inmediatamente en esta semana o quieres que se produzcan dos o tres meses? También tienes que tener un calendario para esas cosas que quieres alcanzar. Tienes que tener muy claro el concepto del aumento, la cantidad que quieras incrementar y también para qué fecha quieres ampliar esa producción. La relación entre lo que quieres alcanzar, la fecha y los recursos que vas a invertir para alcanzar eso, es muy importante.

Y una vez que entiendes esas cosas, tienes mucha ventaja al saber lo que el cliente quiere lograr. Vas a tener a tu cliente conectado con esa información y se dará cuenta de tu influencia dentro de todos los logros que está teniendo. Cuando cuantifica todo, cuando ayudas a saber al cliente lo que quiere ganar, puedes lograr tener una relación muy estable con el cliente. 

A veces, cuando trabajas con muchos clientes, éstos no van a saber, no van a tener ni una pista, ni una idea de lo que quieren alcanzar. Pueden tener una idea bastante aproximada y van a expresar: “a mi me gustaría ser más exitoso”. Pero, ¿qué significa eso? Tienes que ayudarles a pulir, a perfeccionar esa idea, y esa idea va a ser parte de tu trabajo, esa idea que está flotando por ahí en su cabeza. 

Como coach tienes que ayudar a plasmar más claramente esa idea, ir trayendo ese sueño a la tierra y empezar a hacerlo real. Para hacer esto, a veces vas a necesitar buscar internamente en la persona, porque por lo general, el cliente piensa o cree saber lo que quieren, pero cuando lo contrastas con algunas cosas internas, puede cambiar de opinión y eso se descubre en conversaciones con el cliente.

Cuando trabajas como coach de vida, vas a tener que comunicarte mucho con el cliente para volverte más consciente y volver al cliente más consciente de lo que está pasando, de lo que quieren alcanzar. Parte de tu trabajo va a hacer eso, ayudarle a entender qué es lo que quieren lograr y plasmar eso en blanco y negro. Plasmar eso de manera sólida. Son uno de los beneficios que traes como concebida.

La voluntad de cambiar.

Cuando la gente tiene un coach de vida, por lo general ya tienen alguna voluntad de cambio. Pero vas a tener que hacer que esto sea aún mayor para tu cliente. Vas a imprimir más voluntad de cambio para ese cliente y poder trabajar con él. Dentro de esta área, hay mucho espacio de crecimiento. Si las personas tuvieran una completa voluntad de cambio, ya lo habrían hecho. Ya habrían mirado a su alrededor, habrían visto que Luis o Andrés son más exitosos y simplemente hubieran dicho “yo quiero estar allí” y ya lo habrían hecho, ya habrían cambiado, ya habrían copiado lo que esas personas están haciendo.

Por lo general el cliente tiene la voluntad de cambiar, pero no está al 100 por ciento y necesita ayuda para acercarse mucho más a ese 100 por ciento. Eso va a ser un pequeño desafío: el ayudar a aumentar su voluntad de cambio porque no siempre están dispuestos a cambiar en la medida que lo necesitas. Tienes que asegurarte que la mente del cliente esté abierta para estar realmente dispuestos al cambio. Esto no siempre va a ser el caso.

Y no quiero que te quedes atrapado en una situación en la que estás luchando con ellos directamente. Siempre tiene que haber una negociación. Si alguna vez te encuentras peleando con un cliente, siempre vas a perder y probablemente puedas perder tu trabajo. Así que cuando te digo esto, tienes que impulsar al cliente, no puedes desobedecer ciertas reglas de respetar hasta dónde vas a empujar al cliente. No debes pelear con el cliente. Es una de las reglas y, aunque tengas razón, la idea no es que seas un desempleado con razón. No es la idea del proceso.

Si llega un punto en el que sientes que el cliente está muy terco y no quieren seguir un camino, en este caso el de tener una actitud, una voluntad 100 por ciento, el cambio entonces no se lucha, especialmente en hipnosis, no se lucha con el consciente, se negocia con el inconsciente. Por lo tanto, es mejor negociar con el cliente y ver cómo ese cliente puede tener una disposición más fuerte al cambio. 

Si alguna vez llegas a ese punto en el que te sientes que los clientes son realmente tercos y no te están escuchando, entonces tómate un momento para dar un paso atrás, tomarte un respiro, irte por otro lado, donde el cliente está más de acuerdo a impulsar esa energía o impulsar esa disposición al cambio.

Necesitas simplemente reposicionar lo que estás trayendo a la mesa y lo enfocas hacia otra dirección. Muchas veces te vas a dar cuenta que tienes que servir en un plato bonito, un poco de fruta, con un poco de torta y dulces, para que el cliente se anime a ser la parte del trabajo, lo que tiene que hacer; en particular esa parte de la voluntad del cambio, el cliente tiene que poner mucho de su parte.

La autoconciencia

El tener conciencia de sí mismo es uno de los regalos del proceso del coach de vida y no le vas a mencionar esto en forma de crítica. La autoconciencia no se trata de y decirle “mira, esto está mal, esto está mal, está mal”. Eso no funciona. Esa forma de crítica, el cliente puede tener una resistencia y puede cerrarse.

Es importante que el cliente se dé cuenta que las cosas se pueden hacer de forma diferente y que, en algunos casos, en algunas áreas, otras personas ya lo han hecho y lo han hecho realmente bien. Es importante ver o ayudar al cliente a tener un poco de autoconciencia de lo que está pasando, y no sólo del cliente de forma personal, sino de una forma general, de una forma en que el cliente observe que está sucediendo en la situación X o Y. El cliente necesita darse cuenta de algunos factores para poder generar el cambio.

A partir del momento en que la gente se da cuenta de sí misma y obtiene ciertas características, ciertas distinciones de su forma de tomar decisiones, de su forma de entender la emocionalidad, empieza a hacer un montón de cambios por su propia cuenta. No necesitas estar allí todo el tiempo y eso lo necesitas saber. Se trata de empoderar al cliente y de que el cliente fluya a través del conocimiento que está captando de sí mismo.

No es una situación de paralizarlo porque a veces la crítica paraliza. No es una situación que deberías forzar en el cliente. Siempre tienes que crear una situación en la que el cliente se conozca a sí mismo. Y como ya lo hemos hablado, no es que vas a perder el trabajo porque el cliente sea más independiente. No tienes que crear artificialmente más razones para estar con el cliente. Es mejor que esa persona crezca y reconozca su potencial. Al crecer, al tener esta conciencia, vas a ver cómo ir dejando al cliente, te haces un favor a ti. Tu cliente sabrá que ya puede hacer las cosas solo. Es un gran beneficio para ti, para el cliente y para tu reputación. El ayudarles con la autoconciencia, ayudarles a desarrollar esas habilidades que le van a permitir ver lo que tú ves. 


Muchas veces nosotros como coach de vida, llegamos viendo cosas que el cliente no ve. Eso es parte de nuestro trabajo. Al hacer que el cliente lo vea y tome las riendas de esas situaciones, se vuelve independiente y puede ver las cosas con nuevos ojos, con un enfoque iluminado. Ese es parte de tu trabajo y eso hace que ellos ganen conocimiento, autoconocimiento. Mostrarles esa situación, mostrarles de forma sutil y educada lo que está pasando, hace que el cliente cambie. Hacerle preguntas muy sencillas. 

¿Has pensado alguna vez hacer esto o aquello de forma diferente? El cliente normalmente no lo ha hecho y se da cuenta de que ese cambio puede ayudarlos, paso a paso. Esos pequeños cambios van a hacer que el cliente tome una conciencia distinta de su condición y allí los ayudas a hacer un cambio como coach de vida.

Estar conectados con la gente que los rodea.

Hay que estar en sintonía con la gente que nos rodea. Es muy importante y eso es uno de los beneficios del coach de vida. 

La gente que trabaja con un coach de vida se pone en sintonía con toda la gente que lo rodea, normalmente a través de la autoconciencia y la voluntad de cambiar, sabiendo qué es lo que quieren conseguir, comprendiendo sus emociones. Sabiendo quienes son todas estas cosas, hacen que el cliente tenga mejores relaciones personales. 

Parte de lo que harás como coach de vida, es poner en sintonía al cliente con la gente que les rodea, mostrarles cómo sus interacciones les ayuda o les perjudica. Cuando sus interacciones les ayudan, por supuesto son beneficiosas y deben continuar haciendo esas cosas. Cuando sus interacciones lo están lastimando, ellos necesitan tener un cambio. Esas interacciones tienen que ver con otras personas y el cliente a través de las conversaciones contigo, se va a dar cuenta de eso, de esos detalles, de esas relaciones.

La mayoría de los negocios tienen que ver con otras personas y aunque ciertos negocios están basados en Internet, siempre hay una conexión, que es lo que hace el otro individuo. Incluso en los negocios que son en internet, que son distantes, la gente tiene que tratar con otras personas, aunque sea online y a través de correos electrónicos. Muchas veces parecen muy distantes y poco personal. Uno tiene que identificar la forma en que se relaciona con los demás. Siempre va a haber otra persona al otro extremo de un correo electrónico y esas personas representan el negocio o el contacto con el cual hay que contactar, con el que hay que negociar. 

El coaching de vida tiene que ver con eso, con ayudar al cliente a estar en mejor sintonía con la gente, que se relaciona con la gente que los rodea. Esto se puede traducir en mejores relaciones con la familia, los amigos, con sus empleados o compañeros de trabajo, con las personas que están tal vez arriba de ellos, sus jefes o gente de negocios con los que dependan.

Esto se puede traducir en diferentes áreas y puede añadir una cantidad de beneficios al cliente, porque el estar en sintonía con la gente que te rodea es uno de los mayores beneficios del coaching de vida y una de las cosas que el cliente va a estar esperando que tú aportes. 

Vas a encontrar muchas formas nuevas y creativas de ayudar a la gente a llevarse bien con los demás, para simpatizar y empatizar con esas personas que los rodean. Por lo general, la gente de negocios piensa que son una isla, que son hombres o mujeres independientes, que todo lo pueden hacer y que ellos luchan solos. Tienen una actitud muy individualista. Son individuos fuertes y a veces esta actitud puede aportar un poco, pero puede ser un obstáculo para ellos. Eso es parte de tu trabajo, descubrir que hace sus relaciones personales. 

La capacidad de fijar y alcanzar metas

El corazón, la línea principal del coaching son los objetivos. Son las metas y la capacidad de fijar, alcanzar metas. Es muy importante para el cliente darse cuenta que es capaz de hacerlo por sí mismo. Es algo que van a aprender a hacer. Parte de tu trabajo es entrenarlos a establecer y alcanzar objetivos.

Y claro, le sostiene la mano al principio. Así como cuando éramos pequeños, nos enseñaron, nos alimentaron, nos abrieron el frasco de comida, etc. Eso lo hacían por nosotros. Tenían que bañarnos todos los días, etc. Más adelante empezamos a aprender, por nosotros mismos, que tenemos que empezar a caminar solos, alimentarnos solos. Sabemos que eso tomó tiempo y que se necesita cierta motivación, que alguien nos aplauda. “Oh, muy buen trabajo, caminaste, etc.”

Obviamente, no lo vas a hacer en ese sentido con tus clientes, así como un bebé chiquito. Pero si vas a estar allí para animarles a dar esos pasos de bebé, a aprender a comer, a caminar, aprender a cuidarse. Vas a darte cuenta cómo hacer estas cosas con el cliente y cómo el cliente va a ir madurando para hacerlo solo. Cuando le enseñas a la gente de los negocios cómo hacer las cosas y hacerlas bien, la gente aprenderá muy rápido y apreciará esto enormemente.

Una vez que lo hacen, tienen la capacidad de establecer y alcanzar objetivos. Eso te saca de la ecuación. Quiero que siempre trabajes para eso, para llegar a ese objetivo. Quiero que siempre trabajes para sacarte a ti mismo de la ecuación. Quiero que pienses en esos términos: ¿Cómo puedo hacer mi trabajo para hacer mi trabajo obsoleto? Puede sonar contradictorio, pero confía en mí cuando digo que, si piensas de esa manera, vas a mantener tu trabajo, porque siempre va a llegar alguien más.

La idea es que siempre estés pensando: ¿cómo puedo darle poder a mi cliente? ¿Cómo puedo hacerlos más independientes? ¿Cómo puedo darle autoconciencia? ¿Cómo puedo enseñarles para que no me necesiten? Si siempre estás en esa mentalidad de dar, potenciar, empoderar, ellos te van a necesitar más y más porque van a necesitar esa energía. El cliente va a necesitar a esa persona que es tan generosa, dispuesta a dar poder, a dar energía y tal vez no vas a estar en la posición en la que estuviste por un tiempo, pero te van a poner en diferentes posiciones con otros amigos, en sus empresas, en otras cosas. Tus clientes van a ir creciendo y se van a dar cuenta en muchos momentos de su vida que, te van a necesitar. Vas a poder trabajar con diferentes personas y vas a escribir la historia de ellos con ellos.

Tus clientes se van a dar cuenta que eres una persona que está ahí para darles. Lo más que pueden darte es eso: referencias que te puedan conectar con otras personas que necesitan ese poder, ese empoderamiento, ese aprendizaje que tú le estás ayudando a alcanzar al establecer esas metas, a lograr esos objetivos.


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Ignacio Segovia

Psicólogo, Coach, Hipnotista, Escritor y Orador

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